Gracias, Pino

Muchisima tristeza y una profunda pena por la partida de Pino Solanas, una de las voces mas claras y una de las reservas morales de la Argentina contemporánea.

Oscar Soria
3 min readNov 7, 2020

Pino me enseñó, primero en la lejanía de sus películas, allá en mi adolescencia, sobre el valor de sostener las opiniones más molestas, sin importar las consecuencias. Y luego me ensenó, ya desde el trato personal, a saber disentir incluso con quienes nos encontramos mas cercanos a nuestras posiciones ideológicas, sin demonizar ni deshumanizar.

Pino nos ha enseñado a todos los argentinos, a lo largo de su trayectoria, a ser valientes y generosos, y siempre nos ha invitado a mirarnos como país, en especial en la historia de nuestras miserias colectivas, no para autoflagelarnos sino para poder desde allí construir una sociedad más inclusiva.

Siempre recordaré con mucho cariño su gran sentido del humor y su genialidad en su mirada política en esos almuerzos eternos que teníamos en el Senado o en alguna que otra conferencia internacional.

La última vez que lo vi personalmente fue en el “avant-première” que me invitó para ver su último documental, “Viaje a los Pueblos Fumigados”, en un viaje que hice a Buenos Aires (obviamente, la película fue criticada duramente por los sectores “del campo” porque tocaba un tema que sigue siendo tabú, una verdadera tragedia humanitaria que toca enormes intereses económicos de un grupo concentrado de negocios). Nos reconectamos recientemente por WhatsApp, y siempre me impresionó su energía, entusiasmo e incansable solidaridad para con los más vulnerables de nuestro tiempo.

Voy a extrañar su adelantada visión que tenía sobre una Argentina profundamente democrática, libre del agronegocio y las industrias extractivas. El sueño de Pino era ver una Argentina líderando un nuevo pacto social y con derechos basados en la justicia ambiental. En el camino, Pino deja muchos “cuadros” que van a tomar su antorcha, porque será esa la única forma de honrar su memoria.

Aquí una entrevista que me hizo en la cumbre de clima de Paris, hace ya cinco años (primera parte y segunda parte) con el entrañable Quique Viale, quien fue su asesor por varios años, a quien le mando un gran abrazo). Todavia me acuerdo cuando Pino le daba instrucciones a Quique sobre la forma de encuadrar la camara para la entrevista. “Te parece?”, le preguntó Quique. “Cómo le vas a cuestionar a Pino Solanas el encuadre de la cámara?!”, le exclamé en broma, y Pino y el resto de los que estábamos allí estallamos a carcajadas. Estar cerca de Pino era eso: era luchar con una sonrisa.

Y pongo esta imagen porque no solo fue una experiencia muy fuerte e intimidante para mí que uno de mis ídolos me haya entrevistado. Pongo esta foto porque Pino siempre tuvo una conexion muy especial con Paris, ciudad que lo albergó en su exilio de la dictadura entre 1976 y 1983. Y fue justamente en la Ciudad Luz donde nos dejó, luego de luchar contra el Covid-19. Allí, con su avanzada edad, cumplia funciones como embajador de la Argentina ante la UNESCO, siempre sirviendo a la Patria y a los más desfavorecidos, bregando por una verdadera democracia cultural y por la promoción y respeto de los derechos humanos y un futuro donde la humanidad se reconcilie con la naturaleza. Mi abrazo y solidaridad a su eposa Angela, y a toda su familia y amigos.

Estés donde estés, miles de gracias por tanta entrega, por tanto compromiso y tanta generosidad. Un abrazo, compañero!

#PinoSolanas #GraciasPino

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Oscar Soria

Argentine by heart & global citizen by choice. @Avaaz campaign director. Ex @Greenpeace & @WWF senior troublemaker, ex @Oxfam non-executive.